busca cielo
canta de día
y aguarda la luna
Tus ojos, esos ojos que se ponen a danzar, que me hacen caminar. Quién eres tú para enamorarme, quién soy yo para entregarme, mi fruto prohibido, mi único pero fallido respiro, esos tus ojos, tus enormes ojos que me hacen cantar con una voz cambiante, que me vuelven a buscarte, requerirte, pensarte. Cómo es que tus ojos no se encuentran aquí conmigo en estas cuencas vacías donde me he escondido. Dónde están tus ojos café, azules, color miel, sólo quiero que sean míos, esos tus guías de los que hoy yo vivo. Qué hermosos tus malditos ojos, malditos desde el día en que se abrieron para decirme que no podrán ser míos.