Por ahora

Apaga la luz con un enojo
y hablemos en penumbras,
tanto, hasta que las dudas
se hagan polvos y deseos.

Así yo hablaré
con tu sombra, suelta
los esbirros de la prohibición.

Desgrano mis temores
confiando pasivamente
en la gelidez
de otros suspiros.

Mientras tanto sólo
silénciate; sabes que
no hace falta
que enciendas una
antorcha con un
NO.

Y a partir de ahora suspendamos
por tu tiempo, por mi calma;
los pretextos, las alusiones
los helados y el café.

Cosas Imposibles

Quisiera decirte la palabra que te hace feliz,

inventar la mirada que te hace llorar para no usarla,

regalarte una flor transparente y eterna,

vivir a tu lado todas mis canas

y, aunque hay cosas imposibles,

te digo que te amo

desde que estaba bizco hasta hoy.

Te regalo una flor fea y sin raíces

que, como yo, estará contigo hasta que la tires.

Regreso

Los recuerdos ya no logran arquear mis labios
pero si agrandan mi resistencia a ausentarme
te avivan como quien ha logrado dibujar mas sonrisas
en mi expresión llena de desesperanza.

Tú que no te doblegas
a pesar del peso de mis lagrimas sobre tus hombros
a pesar de tu entrega a mi constante necesidad de tus brazos
a pesar de lo difícil que soy cada vez mas cuando me hundo en depresión.

Me conoces más que el espejo y eso me gusta
porque tu descripción de mí es más bonita que la que él pronuncia
me doy cuenta que puedes ver por dentro.

Escuchas perfectamente cada palabra de mis ojos
cuando derraman frases de mi alma que no cicatriza.

Ahuyentas la soledad de cada espacio invadido de nostalgia.

No dejas de ser testigo de las confesiones de mi espíritu
y descubro que sin ti no lo encontraría
porque no habría quien me recordara que significa
cada estación de mi corazón.

Tus amigos los silencios

Autor: Nowhereman
Escrito en: Nowhereland
Secretario que le encargaron transcribirlo: Pp
Faltas de ortografía: Sadicrow

Dime ¿Por qué dejaste escapar los silencios?, porqué los soltaste si sabes bien que no me llevo con ellos; que me irritan casi tanto como las alubias que me daban de desayuno en el colegio de Tejada.
Dime ¿por què ahuyentaste mis palabras?, ¿Acaso no te gustan?; ahora que no estoy puedes dejar que se vayan; que se marchen los silencios. Deja la puerta entreabierta de noche para que se escurran y que tambien se vayan, que se vengan las palabras. Esas que yo conozco y que te aterra decir, estas tan largas y ahogadas. Pero no las digas, sè que incomodan tu garganta cuando las piensas, sé que ofuscan tu pensar, por eso deja que salgan por la puerta junto con los silencios.

El otro dia pense en ti y en tus palabras, en las que si me dices porque no dicen nada, al menos nada de lo que dicen las que callas; recorde tu sonrisita que sustituye y engalana tu mudeza. Y ahora que no estoy me hace falta, de vez en cuando, como la casual taza de cafe del callejon Iriarte, ahi donde tus besos tocaban mi mejilla imaginariamente mientras nos veíamos, nos callabamos y tus risitas.

Abandona tus silencios para que cuando vuelva me digas todo, con palabras suaves, fuertes, sentimentales, aun con las palabras que yo conozco y nunca, jámas me has dicho.

Quisiera a veces que los silencios en general no existieran y se transformaran en una caida de hoja, en un desparramiento de gota de lluvia, el alarido de un paso, en comezon de mariposa; en cosas tan exquisitamente poco ruidosas, para que en el sonido de la noche o del día me acuerde de ti.

Pero todavia no sé porque te gusta tanto el silencio, quiza porque en él yo soy vulnerable, tan desprotegido de tus torturas, de tus abrazos ajenos. Talvez cargas con los silencios para ahuyentar mis palabras, y defenderte de mis enamoramientos. Increiblemente ahora que no estoy, quiero un silencio para esta pregunta.
Y para las otras preguntas, las que ya conoces, necesito tus palabras, las que no me has dicho.