El Ladrillo de Madera
jueves, 22 de diciembre de 2011
Razones y pretextos
Empezaré por decir
que escribo para que la muerte
no piense que me he quedado sin palabras
y para que la vida
no se acostumbre a mi silencio.
Este canto de miseria moribunda,
que es la poesía,
nunca acaba de nacer.
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