domingo, 17 de octubre de 2010

I

No mentiré, me duele perderte. Me levanté con ganas de olvidarte, llevarte a un exilio, dejarme de existir por ti, dejar de pensar que existes por mí.

Amor, si todavía me dejas llamarte así, no quiero tu recuerdo, pero, ¿qué quiero? Quiero tus manos, la forma en que se movían, y a sus dedos buscando mi cabello y dejando un te amo, quiero tus pies, dulcísimos pies, que me daban vida, que me daban cuerda por las noches y pisaban mis tristezas y soledades, también quiero tu cuerpo dormido en la cama donde descanso el mío, mi cuerpo que busca un cuerpo, tu cuerpo, (no importan si usan colchas o almohadas, si van desnudos o Dios les habla, sólo mi cuerpo quiere tu cuerpo). Quiero tus ojos buscando lagos en mi cuello, amor pero qué nos ha pasado si somos el accidente de habernos tropezado (íbamos caminando sin mirarnos y tuve que caer para llevarte conmigo y amarnos).

1 comentario:

Monchis desafanado del Ladrillo dijo...

que va con tus versos mi tony, que lástima que no puedas ponerlos en práctica hasta que te cases, muy ispiradores en la parte de como se conocen, aunque un poco trillado