Tú eres el mar donde la luna cae plateada sobre la espalda,
la llama efímera y eterna extendida en la piel del cielo,
el tacto oculto que se conflagra en el núcleo del universo,
el astro inerte que resbala en la lágrima de un ángel,
el frío espeso que reposa desnudo en la niebla,
el calor que vibra lascerante en el aliento de un sol eterno.
La húmeda caricia de un amanecer de playa,
el luto seductor extendido como manto sobre el alma de la noche,
el reflejo de un silencio que sucumbe y atardece,
la espuma de cristales esparcida en la orilla del tiempo,
el viento clandestino que arde silente debajo de tu mano.
Eres la ternura del rostro de una musa que nace
y la soledad que fluye tibia como eco aislado de un latido.
martes, 31 de agosto de 2010
jueves, 26 de agosto de 2010
XVI
Somos parecidos
porque tenemos en el alma
una flama que incandece
en medio de turbias olas
porque las noches ansiosas
no reposan, ni regresan,
sin haber desatado el albedrío
somos parecidos
porque es casi lo mismo
una aurora y un reflejo,
o en nuestros ojos cerrados
las sombras o los colores
porque compartimos un recuerdo
y otro
y porque ensayamos el futuro
en trincheras clandestinas
somos parecidos porque las calles
nos narran la misma noche,
porque la noche
nos narra el silencio
y el silencio el destino.
Pero somos lo mismo
cuando nos quedamos sin palabras.
porque tenemos en el alma
una flama que incandece
en medio de turbias olas
porque las noches ansiosas
no reposan, ni regresan,
sin haber desatado el albedrío
somos parecidos
porque es casi lo mismo
una aurora y un reflejo,
o en nuestros ojos cerrados
las sombras o los colores
porque compartimos un recuerdo
y otro
y porque ensayamos el futuro
en trincheras clandestinas
somos parecidos porque las calles
nos narran la misma noche,
porque la noche
nos narra el silencio
y el silencio el destino.
Pero somos lo mismo
cuando nos quedamos sin palabras.
miércoles, 25 de agosto de 2010
Hay momentos
hay vivencias
cosas que sobran
habita ausencia
pretender hacer las cosas o evitarlas
al final es no hacer nada
Así me ves, tan vacío con tu llegada
con la frente en alto
y la memoria desconcertada
porque si te miro
si pretendo desmentir tu expresión
me sonries para burlarte de mi silencio
que pide a gritos que te vallas
para quedarme como antes estaba.
hay vivencias
cosas que sobran
habita ausencia
pretender hacer las cosas o evitarlas
al final es no hacer nada
Así me ves, tan vacío con tu llegada
con la frente en alto
y la memoria desconcertada
porque si te miro
si pretendo desmentir tu expresión
me sonries para burlarte de mi silencio
que pide a gritos que te vallas
para quedarme como antes estaba.
martes, 17 de agosto de 2010
XV
Me acordé cuando me decías
que el futuro y el pasado
eran sólo pasatiempos
Sumergías tus recuerdos
en un café tibio
y dejabas remojando
los ecos inaudibles
de esas noches
Miré tus manos desnudas
en aquel silencio de hielo,
esta vez no habría gaviotas
ni neblina,
sólo unos cuantos terrones de azúcar
vertidos en la memoria
que el futuro y el pasado
eran sólo pasatiempos
Sumergías tus recuerdos
en un café tibio
y dejabas remojando
los ecos inaudibles
de esas noches
Miré tus manos desnudas
en aquel silencio de hielo,
esta vez no habría gaviotas
ni neblina,
sólo unos cuantos terrones de azúcar
vertidos en la memoria
martes, 10 de agosto de 2010
sábado, 7 de agosto de 2010
Mujer, que terrible eres
Eres correr como en verbo
Verbo de palabras que me atraviesan
Atraviesan mis manos
Manos que te buscan y lloran
Lloran mis costados
Costados que dejaste vacíos
Vacíos mis ojos
Ojos que se quedan ciegos
Ciegos que quieren ser mudos
Mudos para decirte te amo
Amo tus mudos pasos
Pasos de ciego que necesito
Necesito mis ojos que te extrañan
Extrañan los vacíos de mi alma
Alma de costados olvidados
Olvidados que lloran tu ausencia
Ausencia sin manos que los consuelan
Consuelan y atraviesan que te vayas de mi lado
Lado sin verbo ni un hasta luego
Eres correr como en verbo
Verbo de palabras que me atraviesan
Atraviesan mis manos
Manos que te buscan y lloran
Lloran mis costados
Costados que dejaste vacíos
Vacíos mis ojos
Ojos que se quedan ciegos
Ciegos que quieren ser mudos
Mudos para decirte te amo
Amo tus mudos pasos
Pasos de ciego que necesito
Necesito mis ojos que te extrañan
Extrañan los vacíos de mi alma
Alma de costados olvidados
Olvidados que lloran tu ausencia
Ausencia sin manos que los consuelan
Consuelan y atraviesan que te vayas de mi lado
Lado sin verbo ni un hasta luego
jueves, 5 de agosto de 2010
Quiero escribir algo esta noche para hacerte llorar. Una línea, un verso pero sé que no soy bueno. En mí sólo hay recuerdos, un beso, yo acariciando tus dedos, ambos caminando, un saludo. Busco hacerte llorar pero ignoro cómo hacerlo, hay palabras que te deprimirían, puede que un recuerdo o mi partida pero no busco pensarte triste, quiero creerte con lágrimas, con tu mano sola, sin la mía. Deseo verte sollozar, un calor que te recorra la cara, que te humedezca los labios, que te acuestes en el suelo. Debería de escribir algo triste que me saque de este estado y sólo pienso que te me vas de mi lado. Quiero hacerte llorar para que me acompañes en llanto.
miércoles, 4 de agosto de 2010
Espero un trozo de ti
Unas migajas que me quiten
Lo hambriento
Busco cenar tu suspiro
Y tener algo de ti para
Comer al otro día
Guardar lo que quede
En el congelador
Para mi hambre
De madrugada
Tomarte con leche
Calentarte en la estufa
Usar cuchara para no lastimarte
¿ves?
Soy como un perro
Que pide algo de comida
Y espera moviendo la cola
Por las migas que caigan
Al suelo
Soy un perro
Que pide te pide de alimento
domingo, 1 de agosto de 2010
Si esto fuera un poema
Esto sería un poema si tú fueras mi novia y yo fuera poeta, pero como no es así ni siquiera me preocupo porque rime o vaya en estrofas, ni por amarte. No te he soñado y seguramente ni te sabes mi nombre, sin embargo alguna palabra puede escaparse
de mis manos
y podría convertir esto en un poema,
y serías mi novia de inmediato,
y yo podría soñar que me dices Miguel
el poetastro,
y nos amaríamos algunos meses,
quizás años,
y después de separarnos
te aprenderías otro nombre
y yo te escribiría
un nocturno a rosario.
Es peligroso
terminar
en verso.
Para salvarme escribo: Hoy fue un bonito día, hubo mucho sol y comí sopa de lentejas; en la tarde me dormí una hora y fui a la Iglesia. Ahí te conocí.
Ahora podemos estar tranquilos, ya no es un poema.
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