martes, 31 de agosto de 2010

Infinita

Tú eres el mar donde la luna cae plateada sobre la espalda,

la llama efímera y eterna extendida en la piel del cielo,

el tacto oculto que se conflagra en el núcleo del universo,

el astro inerte que resbala en la lágrima de un ángel,

el frío espeso que reposa desnudo en la niebla,

el calor que vibra lascerante en el aliento de un sol eterno.



La húmeda caricia de un amanecer de playa,

el luto seductor extendido como manto sobre el alma de la noche,

el reflejo de un silencio que sucumbe y atardece,

la espuma de cristales esparcida en la orilla del tiempo,

el viento clandestino que arde silente debajo de tu mano.



Eres la ternura del rostro de una musa que nace

y la soledad que fluye tibia como eco aislado de un latido.

2 comentarios:

Cuquis dijo...

Es muy lindo el poema, me gustó el final.

Sadicrow dijo...

como que alguien por aquí anda enamorado