Me acordé cuando me decías
que el futuro y el pasado
eran sólo pasatiempos
Sumergías tus recuerdos
en un café tibio
y dejabas remojando
los ecos inaudibles
de esas noches
Miré tus manos desnudas
en aquel silencio de hielo,
esta vez no habría gaviotas
ni neblina,
sólo unos cuantos terrones de azúcar
vertidos en la memoria
5 comentarios:
Me gustó el poema, pero el café es malo... jaja. No entendí mucho, pero el final se me hizo bueno, quién sabe si se refiera a los dulces recuerdos. Gracias por subirlo :)
No choco el café no es malo, sólo le hace mal a quien lo consume.
Es como las armas, las armas no matan, la gente es quien mata
qué?
jajaja
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